¿Entrevista o pérdida de tiempo?

Foto de © Kevin Renes

Por: Iván de Paula para Visionarios 2.0 

Hay que estar desempleado para conocer lo que se siente cuando una empresa nos contacta para programar una entrevista. 

Seguramente, quien les llame alguna vez estuvo en una situación similar, ya que en ese momento estará “cumpliendo con su deber”, no recordará el manojo de emociones que surgen en ese instante. 

Yo, que he asistido a varias entrevistas durante mi ejercicio profesional me atrevo a afirmar que fueron muy pocas las ocasiones en las que realmente hubiera sido seleccionado. 

Conste que no me refiero al aspecto de las competencias y experiencias inherentes al puesto ofrecido, sino a que por motivos desconocidos se me contactó para posiciones que no iban acorde a mi curriculum, enterándome durante el desarrollo de la entrevista. 

Considero que esa práctica es  una falta de respeto para cualquier candidato, sin importar el puesto al que haya aplicado, ya que no se le permite competir en buena lid; de paso está perdiendo su tiempo, dinero y lacerando sus expectativas personales. 

También se adiciona el stress inherente a cada entrevista..imagínense si resulta difícil  conseguir un empleo digno “por las buenas” que sucederá cuando se comete un error sencillo, que puede multiplicarse por diez debido a la tensión del momento.

Pareciera que en algunas empresas se requiere completar una cantidad de entrevistados para mostrar estadísticas infladas mensualmente o que los reclutadores no se documentan lo suficiente para la depuración de los candidatos y nadie los supervisa internamente.

Si se encuentran actualmente sin trabajo, recomiendo que evalúen los dos puntos siguientes para que los apliquen la próxima vez que los llamen:

1- Averiguen sobre la trayectoria de la empresa que les contacta, durante el desempleo se envía el CV a mucha gente, páginas webs, redes sociales y otros recursos, con el paso del tiempo es posible que se les olviden destinatarios. 

Con esta información empezarán a determinar si se trata de una gestión propia o de algún tercero. 

Recuerden que algunos de nuestros contactos saben de nuestras profesiones u oficios, pero desconocen nuestras competencias.

Sin embargo, aun así nos recomiendan pensando que podemos ocupar ese puesto. 

2- Pregunten sobre los requisitos para ocupar esa vacante, usualmente las empresas suelen ser muy celosas con ese tipo de información, pero vale la pena intentarlo. 

Si consiguen averiguarlo, podrían determinar si el puesto es o no afín sus perfiles, lo que les evitará anticipar tragos amargos.

En caso contrario, vale la pena acudir a la entrevista, aunque ustedes no sean los escogidos.

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