Cuidado, que te están observando...

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Por: Iván de Paula para Visionarios 2.0 

Ninguna empresa proveedora de servicios de Internet ha sido creada para la caridad.

Son negocios cuyo principio y final son las ganancias, esa es la razón principal de su existencia y también de su desaparición.

A la mayoría de los cibernautas no debe preocuparle demasiado su privacidad ya que ese es el precio que pagan por los servicios “gratuitos” desde momento en el que crean una cuenta de correo electrónico o de una red social.

Resulta decepcionante enterarse de cómo una parte de los grandes gigantes del Internet se han alineado para servirle de soplones al gobierno de Estados Unidos en aras de “prevenir el terrorismo” mediante el sistema de vigilancia PRISM, supuestamente concebido sólo para “ciudadanos no estadounidenses”.

Mediante esta plataforma, la Agencia Nacional de Seguridad puede monitorear el flujo de datos de nuestros emails, sesiones de chats, videoconferencias, redes sociales…inclusive de comunicación móvil.

A continuación, cito las fechas en las que estas compañías-que forman parte de nuestras vidas para bien o para mal de una forma u otra- han cooperado con la recolección de datos de la NSA:

·         Microsoft desde el 11-9-2007.

·         Yahoo! desde el 12-3-2008.

·         Google desde el 14-1-2009.

·         Facebook desde el 3-6-2009.

·         YouTube desde el 24-9-2010.

·         Skype desde el 6-2-2011.

La gente de Twitter no se prestó a esta aberración, ya que mantienen una política de que sus usuarios son dueños de todos sus tweets.

Ignoro si al gobierno estadounidense alguna vez se interese por el historial del correo electrónico de Juan Pérez o por el álbum Facebook de las fotografías sensuales de la vecina veinteañera, pero no cabe duda de que pueden acceder  a estas u otras informaciones todavía más intimas de cualquiera de nosotros.

Es tiempo de evaluar con mayor detenimiento qué se va a publicar o no a través de las redes sociales y demás servicios de Internet.

Resulta posible que aquellos que antaño nos “regalaron” estos servicios influyeron en convertir en una costumbre universalmente aceptada que olvidemos nuestra privacidad para facilitarles su trabajo mercurial.

El PRISM ha sido concebido para monitorear a “no estadounidenses” sin especificar naciones, o sea que todos somos técnicamente “malos” ante los ojos justicieros de la Administración Obama.

Sin embargo, el “mal” desde hace un tiempo prudente surge desde las mismas entrañas estadounidenses y su gobierno ha mostrado toda la incapacidad posible para “prevenir” la furia de los inadaptados sociales, quienes se reproducen como hongos venenosos en cualquier momento y lugar.

Luego, solamente quedan los lamentos y el escenario para continuar asustando a los inocentes.

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