La UASD y la prehistoria digital
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Por: Iván de Paula para Visionarios 2.0
En la República Dominicana
han estado ocurriendo algunos eventos
positivos relacionados con la educación.
Noticias como la disposición del 4% del presupuesto nacional
para este sector, la construcción de aulas
en diferentes puntos geográficos y el
Plan Nacional de Alfabetización avalan
el compromiso del Gobierno actual respecto a este tema.
El futuro determinará
si en realidad se cumplieron los objetivos propuestos o simplemente se trataron
de promesas electorales.
En un momento de tan buenas
vibraciones nacionales, resulta contraproducente lo que ocurre con el proceso
de inscripción virtual de miles de estudiantes de la Universidad Autónoma de
Santo Domingo (UASD).
El hecho de que éstos no
puedan registrarse en las asignaturas que necesiten seleccionar debido a fallos técnicos de larga data, que
posiblemente se cuenten por miles los que se queden fuera del semestre parcial
o totalmente es una clara demostración de que en esta institución hay que
replantear los métodos de registro y de selección de sus estudiantes.
Esta situación puede ser traumática
y puede fomentar a una futura deserción masiva de estudiantes.
Resulta casi criminal que se
limite el acceso al estudio a gente que
desea superarse a pesar de que las posibilidades de empleabilidad sean tan
reducidas.
Sobre esta problemática me asaltan varias preguntas, por ejemplo:
La UASD que constantemente se lamenta de limitaciones presupuestarias ¿No podría utilizar alguna
alternativa tecnológica más económica y a la vez robusta?
Estamos hablando de que ese
sistema informático costó US$ 17 millones en el 2007 y en la actualidad conlleva un mantenimiento
mensual de US$ 12,195 dólares.
Se está evaluando invertir US$ 50 mil adicionales para “mejoras”.
Pero ¿mejoras para quién?
¿Para el proveedor o para el estudiantado?
Esta es la hora en la que se
ignoran con exactitud las razones técnicas por las cuales miles de estudiantes no se han podido inscribir ya sea por problemas de acceso, limitaciones de registro, fechas inconsistentes, etc.
Entonces, los estamentos de comunicación
de la universidad son lo suficientemente cínicos como para informar de un
período de “gracia” de seis días para que se inscriban quienes han quedado
excluidos por los problemas mencionados.
Psicología inversa para
quienes no tienen culpa de la incompetencia de otros.
¿Cómo se explica que durante seis años (equivalente a tres rectores) aún no se ha podido resolver
esta situación?
¿Beneficia a alguien o es
pura casualidad?
Hay quienes sueñan con la
privatización de la UASD, es raro que estas situaciones sucedan en las
universidades privadas en donde cada estudiante es un activo humano y económico que se cuida con esmero.
¿Será éste uno de los primeros pretextos para iniciar este proceso en la "Primada de América"?
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